Es un tipo de viaje que ofrece una buena dosis de aventura, aunque siempre tienes una infraestructura que te aporta gran seguridad y experiencia a la hora de conducir un viaje de este tipo, y salvar cualquier situación adversa que se pueda presentar.
No es un viaje de "lujo", y precisamente eso es lo que a mi mas me gusta. Es un viaje en el que estás en contacto directo con el país y su forma de vida, en el que recorres pistas a las que pocos llegan. Es un viaje en el que pierdes la noción de los días y de las horas ya que no importan en absoluto. En que te das cuenta de lo que realmente es necesario para vivir y de cuantas cosas que nos parecen indispensables en realidad son superfluas. Mentalmente supone alejarte de todas las preocupaciones que nos "regala" el día a día, los nervios y el estres de vivir en una gran ciudad. Y regresar con la cabeza despejada y la retina llena de miles de imágenes irrepetibles. Eso si, es necesario estar dispuesto a dormir en una tienda de campaña, a lavarse cuando y como se puede (para algo se inventaron la toallitas húmedas), a encontrarse ríos desbordados por la lluvia que te cae encima durante todo el día, a sudar bajo un sol de justicia, a tener que recorrer 15km mas de lo previsto porque una pista está cortada.........en fin,........ ciclismo y compañerismo en estado puro.
No puedo terminar esta introducción sin agradecer su buen hacer a todos los miembros de la organización, tanto españoles (Javier, Antonio, Nono) como marroquíes (Khallá y toda su gente), sin ellos esto no habría sido posible. Y a todos los compañeros de viaje por las ganas, el compañerismo y las risas. Y especial mención para Santi y los BikeZona Team por la cobertura gráfica de excepción que nos han ofrecido, y el esfuerzo que ello supone.
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