sábado, 22 de junio de 2013

Tuneando casco


 Como no todo van a ser carreras y entrenamientos aquí va una entrada con algo de bricolaje para desengrasar un poco.

 Hay un casco al que le tengo bastante cariño, mas que nada porque es el único que hasta ahora no me he cargado en una caída. Pero con el uso ha ido perdiendo parte de sus colores. Lo que en su día fue un rojo vivo se ha ido transformando por efecto del sol en un rosita que no me gusta un pelo.



 Como he comprado uno nuevo es el momento de hacer un poco de bricolaje y ver si aún se puede utilizar de vez en cuando, si la cosa sale mal pues al menos no me quedaré sin casco.

 Eso si, la cosa requiere de paciencia para quedar bien. Así que aquellos que no sean pacientes mejor que tiren el casco viejo y se compren uno nuevo.



 Los materiales que utilizaré son cinta de carrocero, lija de barniz, cúter o bisturí, papel de periódico y pintura en espray. Lo ideal sería pintarlo con un aerógrafo y pintura especial, pero esto es un trabajo de bricolaje básico, el aerógrafo lo dejaremos para el nivel avanzado, jejeje.
 Lo que si habremos de tener en cuenta es que con el espray el acabado de la pintura no será tan satinado como el del barniz original. Y que es practicamente imposible que el color sea el mismo del original, por ello aunque alguna zona del color no esté estropeada lo mejor es pintarlo al completo. 


 
 En mi caso voy a respetar bastante el diseño original de la pintura ya que siempre me gustó, aunque reduciendo un poco el blanco de la parte frontal.

 El primer paso, y en el que debemos ser especialmente cuidadosos y pacientes es el de enmascarar con cinta de carrocero todas las partes que no queramos pintar.

 Iremos siguiendo el diseño con la cinta, recortando con el cúter o bisturí las zonas mas delicadas. También hay que asegurarse de que las partes de porespan quedan muy bien tapadas ya que los componentes de la pintura en espray lo disuelven. 

 Esta parte del trabajo se hace bastante pesada, pero si queremos que el resultado merezca la pena es mejor dedicarle algo mas de tiempo a esto. 

 A continuación, con un trozo de lija para barniz, lijaremos todas las zonas que vamos a pintar. De esta manera levantaremos el barniz original y nos aseguraremos una buena aderencia de la pintura en espray.





Retiramos el polvo del lijado con un trapito húmedo y nos aseguramos de que el interior está bien tapado, podemos meter unas hojas de periódico para tapar bien las correas y todo el interior. Ponemos unos cuantos papeles alrededor y podemos comenzar a pintar con el espray.
 
 Para que la pintura cree una capa uniforme de color habremos de dar varias capas. Es importante no pintar desde muy cerca y no insistir demasiado en el color fresco ya que se producen churretes que nos obligarían a lijar de nuevo, salvo que queramos que nos quede hecho una chapuza.

 Es preferible no insistir demasiado y dar mas capas que querer ahorrarnos manos. Si hemos tenido paciencia para llegar hasta aquí sería una pena estropearlo ahora.

Dejamos secar bien la pintura entre mano y mano. En mi caso he dado cuatro capas y he dejado pasar un mínimo de veinticuatro horas entre cada una de ellas.

 Cuando veamos el color uniforme ya podemos dar el trabajo por finalizado y retirar toda la cinta para ver el resultado de nuestro trabajo.




 Y lo mejor para apreciar la diferencia es una imagen del antes y el después.

 

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