martes, 23 de diciembre de 2014

Maratón de Málaga - Vini, vidi, vinci


7 diciembre

 Llegó el día de la verdad. Atrás quedan las semanas de entrenamiento, el cansancio, las cábalas y los nervios. El sábado llegada en Ave, así da gusto, bien descansada. Recogida del dorsal, mas descanso y un poco de turismo. 


 El domingo madrugón, bueno no mas que para un half, ya que la carrera sale a las 8.30. El bufet de desayuno del hotel está como en hora punta, gente de nacionalidades varias tomando lo que creen que les sentará mejor. Hay para todos los gustos, los que se atiborran de galletas con mermelada, los que lo prueban todo y los que se toman varios cuencos de macedonia de frutas. Para mi lo mas sorprendente el pan solo y sin tostar que junto con varias tazas de te americano se come la élite africana.  Por mi parte lo de siempre, pero un par de tostadas mas (luego me arrepentiría).

 Todo listo, me pongo el traje de faena y paseito hasta la salida. De camino me pilla por banda un escoces dicharachero y con pinta de genio despistado que me da palique todo el camino. Y yo que pensaba ir reflexionando, jejejeje. A esas horas y en inglés la charla resulta un diálogo de besugos pero tiene su gracia. Llegando a la zona de salida le digo a mi acompañante que voy a sacar una foto para enviar a mis amigos y le pierdo. Solo queda mandar la foto, ir al guardarropa y prepararme para salir.





 Comparado con las carreras populares de Madrid esto está vacío, solo 3.000 inscritos. Así da gusto correr. La entrada es por cajones, pero tengo la sensación de que dentro nos mezclamos todos ya que al ir hacia delante me veo rodeada de dorsales de otro color. Al poco dan la salida para las handbikes y a continuación la nuestra. Un gusto, por fin una salida tranquila y no a mil por hora. Mucha gente animando y muy buen ambiente.

 Hay que coger ritmo y mantenerlo, el objetivo es terminar, el tiempo es algo secundario. El primer diez mil lo haremos de ida y vuelta hacia la playa de la Malagueta, un placer correr a ritmo mientras se ve el sol sobre el mar, que sin una sola ola le hace de espejo. Voy muy cómoda en torno a los cinco minutos el kilómetro. Llegado al km seis o siete empiezo a arrepentirme de las dos tostadas extras del desayuno, pero nada importante aunque se me atragantan un poco algunos kilómetros. Retornamos hacia la zona de salida, voy mejor y pillo buen ritmillo. En algún momento noto que aumenta la gente a mi alrededor y se les ve como apurados por pillar sitio....me resulta extraño hace muy poco que hemos empezado. Cuando me veo cerca del banderín de las 3h30' lo entiendo, allí va Martín Fiz y están todos como locos por ir a su lado. Es tentador, pero mejor no meterme en esas guerras me dejo caer un poco y a mi ritmo.


 Ahora si que voy tan a gusto, mucha gente cuando regresamos hacia la zona de salida-meta, paseo ancho y llano. Zancadas ligeras, a ritmo que dejan que la mente se recree con lo que ve a su alrededor y con mil pensamientos mas. Nos acercamos hacia la playa de la Misericordia, escenario de mi primer half esta temporada. Recuerdos que llegan a mi mente al ritmo de los tambores de la comparsa que nos anima a pie de asfalto con un grupo de niños bailando. Nos acercamos a la media maratón, hace algunos metros que mi empeine me está recordando que está ahí, pero por suerte es una molestia manejable y confío en que no me penalizará mucho. Entramos en la zona mas fea del recorrido con algún zigzagueo cerca del Martín Carpena. Y para hacerlo un poco mas interesante fuerte y frío viento de cara, para mi que este es el viento del mes de abril que lleva desde entonces esperando mi vuelta. Pero si en aquel circuito de bici pude con el, ahora no va a ser menos. Hace una mañana estupenda, sol cielo limpio de nubes y buena temperatura pero con el viento se pone desagradable y llego a tener que ponerme de nuevo los guantes que me había quitado a poco de empezar. El grupo ya va muy roto y vamos bastante desperdigados, pero aún así en algunos giros puedo ver que no está lejos el banderín de 3h30'. Esto es bueno, mantengo mi ritmo. 

 Paso la media maratón con un tiempo de 1h48', muy bien, dentro de los margenes esperados. Ajustando el ritmo llego al km 28. Hasta aquí sabía lo que había, ahora entro en territorio inexplorado. No puedo evitar la imagen de los exploradores adentrándose en territorios ignotos, así es cómo me siento, El famoso muro y el desnivel de esta carrera están esperándome en el kilómetro 30 al que me acerco cada vez mas. Cada paso es un metro mas en mi particular récord de distancia.     

 Llegan algunas subidas, lo cierto es que casi agradezco el cambio de zancada. Las piernas llevaban muchos metros en llano y este cambio no les va mal aunque se empieza a notar el cansancio. Para mas inri el Garmin, que me va dando tiempo por km se ha desfasado y pita calculo que unos 500m antes de lo que están señalizados los kilómetros.

 Parece que me voy a librar del muro, aunque si que me toca ahora el momento duro en que la mente se tiene que imponer al cuerpo. Será un rato de sufrimiento prolongado. Hay que afrontar una larga avenida, junto al río, en leve pero constate subida. A la izquierda una pequeña mediana y al otro lado los atletas que van por delante y en bajada. En este tramo cada vez hay mas "cadáveres", gente que peta y tiene que pararse o andar. Mi mente repite la salmodia del sigue, no te vas a parar, has hecho cosas mas duras. Puede que bajes el ritmo pero esto no te va a ganar. Sigue, sigue, sigue. ¿ Pero cuando coño llega el giro ?. Ya no puede quedar mucho, ha pasado la señal del km 34 y el 36 hace rato que lo vi en el sentido de bajada...... Cuando parece que aquello se va a alargar eternamente, al fin llega el giro y toca bajar. Las piernas duelen pero ahora se puede recuperar un poco el ritmo.


  Lo peor ha pasado pero no dejo de pensar en mis compañeros que preparan el Ironman para el año que viene. Esto después de los 3.8 de agua y los 180 de bici.....telita. 
 Nos dirigimos hacia el centro, a partir del km 37 empezamos a descontar. Estamos terminando el periplo junto al río, algún tunel y mucho ambiente. Un grupo anima con una bandera griega y una de las chicas al verme se pone a mi lado a desgañitarse animándome. Subidón y momento de emoción, hasta se me hace un nudo en la garganta pero es pronto para soltar la lágrima. Cruzamos el río y otra comparsa de tambores, parece mentira lo mucho que ayudan todas estas cosas en una carrera así de larga. El recorrido nos acerca al centro, pero aquí estoy un poco despistada. No estoy en la parte que creía y lo que veo no me cuadra. Pero ya tiene que quedar poco, el desajuste del Garmin tampoco me ayuda. Parece que mi ritmo se ha recuperado un poco aunque está algo mas bajo que al inicio, pero es normal aún voy a conseguir un buen registro. Si, lo confieso, en este punto visto que el final está cerca empezaron mis cálculos de tiempo.

 Entramos en la zona peatonal, un espectador que nos grita "venga, calle Larios y todo para abajo ". Estamos algo mas allá del km 41, por delante de mi tres corredores. Uno mira alrededor y empieza a animarnos ¡venga que lo tenemos!, ¡vamos chica!. Ya está, me vengo arriba y empiezo a acelerar (el último km lo haría a 4'50 ) Mucha gente según salimos al Paseo de la Farola y mucha gente a la que paso con mi acelerón. Tramo final enmoquetado y publico que me anima a tope al ver mi sprint. Entro en meta con los brazos en alto, agitando los puños en señal de victoria. La felicidad es total, medalla de finisher que es como tocar un cachito de cielo.   




 En resumen, una gran experiencia. La organización bien, cómo suele suceder lo mejor los voluntarios que se desvivían por atenderte y dar ánimos. En el momento en que yo pasé algunos avituallamientos iban un poco justos, no daban a basto a rellenar vasos. Los plátanos que había a partir del km 25, creo recordar, sólo los vi una vez pero tampoco los iba buscando así que puede que hubiera. El avituallamiento de meta si que me pareció un poco escaso, un botellín de agua, un trozo de naranja, otro de plátano y otro de manzana mas un Powerade. En la señalización del recorrido no me fijé mucho ya que siempre tenía gente por delante pero también me pareció escasa. Lo mas duro subir las escaleras del guardarropa, que estaba en la plaza de toros, después de la carrera cuando todos parecemos recién salidos de "The Walking dead"

 Dejo por aquí las gráficas de la carrera.



Ah, casi se me olvida, tiempo final 3 horas 41 minutos y 04 segundos. Un tiempazo para una debutante. 



ALIMENTACIÓN EN CARRERA:

 Se supone que esto hay que llevarlo muy estudiado y yo ahí fallo ya que entrenando casi nunca necesito tomar nada. Pero en una carrera cómo esta tenía cierto miedo a la pájara. Cómo siempre, hasta el momento de salir me fui hidratando con el Sports drink. Luego llevaba un surtidillo de cosas en el portadorsal.


 Lo mas importante era el vial de Guaraná por si llegaba el momento en que no podía dar un paso. Pero justo eso se me calló allá por el km 7. Yo siempre empeñada en hacer donat¡vos en las carreras.

 Tardé una hora en empezar a tomar algo. Y lo primero fue una Carbofruit. Media hora después una Energy Tab. Y con eso tiré hasta el km 25 en que cogí un botellín de agua y me tomé un gel. 
 Alcanzar el km 30 se merecía un premio por lo que retomé los Carbofuit, esta vez un par en otros tantos kilómetros ya que estaba viendo que si dejaba uno también se me terminaría cayendo. Durante todo el recorrido había ido cogiendo agua y tomando pequeños tragos. Ya no comería mas, al final el estómago poco acostumbrado a correr y comer empezaba a darme avisos y no me la quise jugar. Ya estaba todo hecho y no merecía la pena arriesgarse. 




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