9 de Noviembre
Desde hace un par de años tenía referencias muy buenas de esta carrera, aunque como me solía pillar centrada en las carreras de 10km la iba dejando pasar. Pero este año, con la "excusa" de la maratón no me la podía perder. Que además eso de correr cerca de casa, para variar, se agradece mucho.
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| Señalándonos el camino |
Un gusto salir de casa con calma y poder hacer parte del camino hasta el polideportivo andando. Primero hay carreras infantiles y a las 10.30 la salida de la media maratón y los 10km. El recorrido es a dos vueltas para los que hacemos la media y como no podía ser menos estando en el barrio en que estamos disfrutaremos de unas cuantas cuestas. Bueno, cuestas lo que se dice cuestas hay tres por las que haremos dos pasos. Pero también hay unos tramos de falso llano estupendos para poner a prueba nuestras fuerzas.
Con lo que vamos a tener suerte es con la climatología. Después de pasarnos la semana convencidos de que llovería, la mañana se presenta soleada y con una temperatura en torno a los 12ºC. Decidido, toca correr de corto y tirantes para probar la que casi con seguridad será mi equipación para la maratón.
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| Antes de...... |
Una vez dejamos las mochilas en el coche de Álvaro la representación de TriSport Getafe para esta carrera está lista para dar guerra.
Se nota algo de fresco pero el paseillo hasta linea de salida, que está frente a la junta municipal, y unos cuantos saltos nos ayudan a ir entrando en calor mientras la organización hace los distintos sorteos.
Es el momento de las buenas intenciones. ¿Tu a que ritmo piensas ir? No, si yo sólo vengo para ir acumulando kilómetros, no tengo objetivos. No, si para mi esto es un entrenamiento con ir a 5'20 o 5'30...vamos que el tiempo final es lo de menos. En el fondo no nos lo creemos ni nosotros, pero está bien decirlo ya que así las intenciones de ir con calma nos pueden durar al menos lo que tardamos en alcanzar el arco de salida una vez que suena el disparo.
Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo a veces, casi sin darme cuenta mañana habré cumplido la mitad de mi plan de entrenamiento para el maratón.
A mediados de octubre, con un Retiro vestido ya de otoño empezaron mis rodajes. En las dos primeras semanas del plan me tocó entrenar tres días a la semana, fueron sesiones de carrera continua rematadas con cuatro rectas de 70m. Las distancias iban en aumento con un mínimo de 10km y un máximo de 18km. Y los días restantes continué haciendo algo de rodillo, gimnasio y natación.
Pero claro, esto era demasiado fácil y bonito. Así que el día 26 de octubre, final de la segunda semana corrí el trail cuya crónica hice en la entrada anterior. Lo que no conté ahí fueron las tremendas agujetas que me quedaron durante la semana siguiente.
Dado el nivel de agujetas tocó reajustar un poco el plan de la tercera semana, en la que se suponía que ya debía hacer cuatro sesiones de las cuales una sería de series. Para empezar el lunes, día en que bajar escaleras con dignidad era de todo punto imposible, suspendí la sesión de 12km de carrera continua. Total el día antes ya había hecho 25km. Además ese día me venía bien descansar ya que a la mañana siguiente me tocaba una analítica de control. Así pues ni lunes ni martes realicé ningún entrenamiento aunque, de no ser por la analítica, el lunes me hubieran ido de perlas unos largos en la piscina. Por supuesto el miércoles las agujetas persistían y opté por realizar una sesión muy suave de rodillo y 1500m en la piscina. El agua hizo su efecto balsámico y el jueves empecé a andar con algo mas de normalidad y retomé las sesiones programadas. Fueron tres días seguidos de carrera, empezando con la sesión de 8x1000m y siguiendo con las de carrera continua de 14 y 16 kilómetros y con las piernas aún tocadas. Rematé la semana con un poco de mtb muy tranquilo con mi amigo Pedro por la Casa de Campo.
26 de Octubre
Llevaba yo sin colgarme un dorsal desde el short de la Casa de Campo, y no se me ocurrió nada mas "suave" que apuntarme a un trail de 25 km.
Parece que con la práctica una ya no tiene que ponerse nerviosa y mas en una carrera como esta en la que no me juego nada. Pero nada mas lejos de la realidad, la noche del sábado al preparar las cosas no pude evitar esa sensación de mariposas en el estómago. Es curioso cuanto había echado de menos esa sensación sin darme cuenta, esa mezcla de felicidad y emoción tiene algo que engancha.
Y para mayor disfrute no fui sola, sino que nos plantamos allí cuatro aguerridos y pelín locos miembros de TriSport Getafe. El mas sensato Javi, que para su debut en un trail optó por la distancia corta. Diez kilómetros que compartían la primera parte del recorrido, unos seis kilómetros, con el trazado largo. Otro debutante fue Álvaro, pero mas cercano a mi locura se apuntó a la larga. Y completando el grupo el único experimentado y consciente de lo que se nos venia encima, Doca.
